jueves, 30 de agosto de 2007

Para Elisa

La bagatela y la carta eran para ti:
sabían tu nombre, pero no te habían encontrado.
No sabían que tu vestido se agita con la samba
ni que tu inteligencia no es sólo palabra:
es cuerpo y movimiento.

La arena que se escapó de nuestras manos
en la bahía danza y danza .
Ahora yo juego contigo, descaradamente,
alrededor tuyo, ocultándote.
Antes sólo era uno entre miles
tratando de enfocar tu sonrisa.

Tuviste que venir tú a recibirlas,
tuviste que dedicarte a iluminar
todos los lugares por donde podríamos pasar, Elisa.