domingo, 18 de octubre de 2009

desapareció

Con el fin de protegerlo lo habíamos llevado a un cuarto blindado,
donde nada le afectaba, donde nada podía hacerle daño,
donde no tenía que enterarse de los horrores del mundo
ni podía ser considerado por otros sólo como un medio prescindible.

Pero cuando quisimos liberarlo,
no encontramos nada.
Se había diluido en el vacío.
Sin más, había desaparecido
y, entonces, todo el esfuerzo
y todas las victorias resultaron inútiles.

Ya no tenemos nada que celebrar.

1 comentario:

Andrea Carolina dijo...

poooor dios, esto dice mucho, cuantas cosas guardamos en un cuarto blindado?