sábado, 31 de marzo de 2018

Diatriba a Odiseo

El héroe volvió de una travesía,
ahora nos relata sus proezas,
adorna a sus acciones de grandeza
cuando solo perseguía fantasía.

Bebiendo de otros labios ambrosía
mientras Penélope bebía tristeza
historias de mendaz delicadeza
el amor que de brujas padecía.

El telar que ella hacía y deshacía
reflejo de la astucia y entereza
del capitán que cada peripecia
resolvía con fatal reposería.

Lo tuyo es temeridad, no valentía,
no hay mayor sabiduría en la destreza
de este que solo a su casa regresa
llevado y traído por la deriva.

Su merced disoluta y evasiva
de falaz y neurótica tendencia
a ver patrones en la naturaleza
y un destino en retrospectiva.


miércoles, 14 de marzo de 2018

S=1/4*((c^3)k/Għ)*A

La abismal oscuridad no es del todo invisible,
el oscuro abismo realmente no está vacío:
podemos ver con tus ojos lo otrora inasible
del mito de Cronos justo antes de haber nacido.

Aceptaremos con gusto tu última apuesta
de que se amarán por fin lo eterno y el instante;
ganarás lo singular si se halla la respuesta,
nos prestaras si pierdes tu hombro de gigante

para ver el horizonte desde una nueva altura
cuyas líneas no convergen solo en un círculo,
sino en la desnudez sin extensión ni censura
de la mente del Dios aquel que hizo los cálculos.

Se dirá quizá que el todo ya logró integrarte,
algunos pensarán que te arrebató el desorden;
quizá te fuiste a jugar, aunque te fuiste tarde,
a dar saltos cuánticos por espacios deformes.


A la memoria de  Stephen Hawking
(el gran filósofo que creía que la filosofía era obsoleta)

miércoles, 7 de marzo de 2018

nácar

Soñé que el océano me conquistaba
asimilándome de forma gradual
al principio como un nido de esponjas,
adornos de algas y estrellas de mar.

Mis poros quisieron ser hexágonos
dándole a mi piel textura de panal
mágicos
fundiéndome con su tapiz de coral.

Sigiloso se dio a mezclar mi sangre
en proporción de un medio con aguasal
forzó a los cielos a someterse
invirtiendo el orden de lo vertical

me inyectó con levedad

ascendí hacia lo abisal